martes, septiembre 07, 2004

Llamemoslos por su nombre

Despues de un mes de vacaciones cuesta ir acostumbrandose a la vida 'normal'. Costaba cuando uno estaba en el cole: el cambio de clase, el cambio de algunos compañeros, el cambio de profesor, etc...; y sigue costando ahora, cuando uno está trabajando. Es curioso, pasan los años, cambian las situaciones, pero las sensaciones siguen siendo parecidas. Te vuelves a encontrar con gente que hace tiempo que no ves y a las que vas a tener todo otro año para tener al lado casi a diario. Parece como si se renovaran las ilusiones. Para mí este siempre ha sido el verdadero comienzo del año, y no el mes de enero. Es el momento de apuntarse a cursos de idiomas, comenzar colecciones de fascículos o, ¿por qué no?, comenzar a practicar regularmente ese deporte o actividad que tanto deseabas hacer. Toda esta alegría, este volver a empezar, viene siempre acompañada de otra tristeza: el verano se va. Se van todas las cosas que hemos hecho. Esas playas que hemos disfrutado empiezan a quedarse solitarias. Aquellos lugares que hemos visitado empezarán a quedarse vacíos. No habrá tanta gente en la calle y, lo más triste, se nos irá yendo el sol y tendremos que levantarnos de noche para ir a trabajar, y caminar por el frío, etc, etc... Para muchos será también el momento de intentar olvidar aquel amor de verano, y si no que se lo recuerden al Duo Dinámico o a los suecos A-Ha.

Desafortunadamente, no todo el mundo vuelve despues del verano. Las carreteras y otras desgracias se llevan a mucha gente. Parece que este año, afortunadamente (o, mejor dicho, menos desafortunadamente), han sido menos. Sin embargo, basta con haber visto las noticias estos días para ver que no se han ido los que se tenían que ir: basta con ver lo que ha pasado en Rusia.

El asunto del terrorismo se nos está yendo a todos de las manos. Si lo que sucedio en Madrid era un ataque directo a la clase trabajadora, lo que han hecho en Rusia ya no tiene ni palabras. Esta gentuza, me da igual el país o la religión a la que pertenezcan, es auténtica escoria humana. Lo que han hecho con esos niños no tiene perdón. Y no me valen argumentos de que si Putin tal o si Putin cual en Chechenia. No. Putin será lo que tenga que ser, pero eso no justifica semejante barbarie. Nadie tiene derecho a hacer lo que han hecho esos malnacidos. Ni lo que hacen esos ni lo que hacen muchos otros por todo el mundo, ya sea matando niños, policías, militares o lo que les salga de las narices. No hay justificación moral para eso. No hay derecho. Y es una vergüenza que haya gente que lo apruebe y que considere a estos inviduos heroes, mártires o como los quieran llamar. Y el hecho de que eso ocurra y de que no sean cuatro locos pirados los que están detras de estas cosas son las que me hacen darme cuenta de hasta qué punto puede llegar a ser malvado el ser humano. Ni al bicho más fiero del reino animal me lo imagino yo poniendo una 'bomba' para reventar a cientos de sus congéneres mientras otros le aplauden. Y, según acabo de leer en la prensa, algunos medios sólo llaman a estos indivíduos de la escuela, 'rebeldes' chechenos. Pues miren, no voy a poner un pedazo de taco porque no es cuestión pero, en mi opinión, habrá muchísimos chechenos buenos (como de todos los países), pero estos en concreto son unos malnacidos y, por supuesto, unos 'terroristas' con todas las letras. Y además, de los peores.

Hoy he leido en un periodico digital que una mujer ha sido expulsada de una piscina italiana por bañarse con el chador y el velo. Se pueden hacer muchos comentarios sociológicos y políticos sobre el tema, pero la verdad es que yo no paro de preguntarme: ¿es que hay chadores acuaticos? ¿Esa es la costumbre en sus paises? Cada vez está más claro que la diferencia cultural entre los paises islámicos y los cristianos va a plantear problemas mucho más graves que este. Porque en unos países donde la gente de ambos sexos puede bañarse totalmente desnuda en la playa sin ningún problema legal encontrarse con gente que exige, como han exigido a raíz de esto, 'piscinas sólo para mujeres', pues está claro que es un choque frontal muy grande. Y, a la velocidad que se produce la inmigración, me temo que no vamos a estar preparados para resolverlos. Y si no que se lo pregunten a los franceses.

En fin, de estas vacaciones he traido muchas historias, lugares y situaciones sobre los que iré contando cosas: Montsegur, Rennes Le Chateau, Salamanca, etc... Pero ya habrá tiempo. Mientras tanto, trataré de ir recuperandome del famoso stress post-vacacional. Les prometo que el otro día un médico enunció todos los síntomas en un programa de radio y... ¡los tenía todos! :)

No hay comentarios: