Normalmente soy más comedido, pero creo que hoy es un día para desahogarme y decir las cosas con pelos y señales. El cine español actual es basura. Pura basura. La inmensa mayoría de películas no son más que un recopilatorio de tacos, desnudos de mal gusto, rollos cutres de sexo, lugares sucios y desagradables, actores sin carisma, directores y productores viviendo de la subvención, etc, etc... Eso por no hablar de que el cine español está muy pero que muy politizado. Vease si no cualquier pestiño de los que hacen sobre la Guerra Civil, por cierto, siempre como trasfondo, porque lo de hacer una peli de la guerra de verdad como es muy caro, mejor no tocarlo, no sea que al espectador corriente le de algo al ver cine épico hecho por españoles. Salvando contadas y honrosas excepciones, como 'Soldados de Salamina', por ejemplo, la inmensa mayoría de películas que tratan el tema de la Guerra Civil nos ponen demonios en el bando nacional y santos en el republicano. Y así con todo. Nuestros actores están muy dispuestos a ponerse las chapitas del 'No a la guerra', pero no tienen narices para entonar el 'No a ETA'. En fin. Por supuesto, siempre hay excepciones, y existe una serie de directores que están al margen de todo este círculo vicioso de subvenciones, autocomplacencia y, lo peor de todo, ese aire de superioridad por el que parece que piensan que si no te gustan sus pelis es porque eres un inculto y un burro americanizado, que prefiere el McDonalds antes que comerse unas buenas viandas. Da igual que seas un fan de Kiezlowsky, que te hayas visto montones de veces su 'Decálogo', que adores a Truffaut, que lo flipes con Kurosawa o que te encanten la obra de Lynch, Kubrick o, incluso, Murnau, Griffith y todos los grandes del mudo. En el fondo, eres un burro, porque a pesar de eso, desprecias sus bodrios de películas. Y así lo expresó, más o menos, la hoy defenestrada ministra, Carmen Calvo, tan sólo hace unas semanas, cuando se quedó tan feliz culpandonos a los españoles del fracaso del cine español. Concretamente, según se publicó, comentó que "la razón de esta crisis estriba en la vulgarización del público español, que se ha acostumbrado a consumir un tipo de cine 'made in Hollywood' que resulta refractario a lo que se hace en nuestro país". ¡Manda huevos!
Pues señora Calvo, hoy es un gran día para los que como yo, somos unos vulgares que adoramos el cine de Hollywood. Hoy es un gran día porque usted ha dejado de ser ministra de cultura. Los vulgares como yo somos seres insensibles que siempre soñamos con que Ingrid Bergman no cogiera el avión al final de 'Casablanca'; nos emocionamos cuando Scarlet O'Hara puso a Dios por testigo de que nunca jamás volvería a pasar hambre; o, lloramos cuando E.T. murio (tanto en el estreno, como en el re-estreno 20 años despues). Los vulgares como yo, siempre creimos que 'hace mucho tiempo, en una galaxia muy lejana...' hubo una guerra donde el destino de toda una galaxia dependio de un padre y su hijo. Vulgares como yo vivimos siempre enamorados de Marilyn Monroe, y nunca entendimos por qué alguien como ella pudo querer poner fin a su vida. Vulgares como yo salimos en busca de un tesoro en Sierra Madre, y encontramos muchas respuestas a lo que realmente vale en la vida. Vulgares como yo acompañamos a Dorothy por el camino de losas amarillas e hicimos 3 grandes amigos junto a ella. Vulgares como yo creimos que un hombre podía volar y, por extensión, que un tetrapléjico podría volver a andar. Vulgares como yo soñamos con una novia tan guapa e inteligente como Bella, junto a la que leer libros y recorrer el mundo. Vulgares como yo cerramos los ojos y oimos las partituras de John Williams o Danny Elfman mientras vemos bellos paisajes o decorados góticos al estilo de Tim Burton. Vulgares como yo comprendimos que un replicante también podía amar la vida, y que con la muerte nuestros recuerdos se perderían 'como lágrimas en la lluvia'. Vulgares como yo, aprendimos gracias a Spock, que 'el bienestar de la mayoría supera al de la minoría o de uno solo', y gracias a Kirk, que valía la pena jugarse tu carrera por salvar la vida de tu mejor amigo. Vulgares como yo soñamos con ser protagonistas de una pelicula de cine negro de los 50, y envidiamos a Humphrey Bogart por haberse casado con Lauren Bacall. A vulgares como yo no nos hubiera importado llevar un parche en un ojo, si con eso nos manejabamos con el rifle tan bien como lo hacía John Wayne, y nuestra ilusión hubiera sido llevar con éxito aquella famosa diligencia a su destino. Los vulgares como yo somos tan tontos que cuando vamos a la playa, siempre pensamos que un tiburón gigante puede comersenos como si fueramos su merienda, y nos ponemos en tensión con sólo oir dos notas concretas. Vulgares como yo siempre creimos que una dama podía enamorarse de un vagabundo, o que existe una tierra llamada de Nunca Jamás. Vulgares como yo, que sabemos el significado de la palabra 'Rosebud' y sabemos que alguien soñó que volvía a Manderley. Vulgares como yo podríamos estar horas y horas contando historias que vivimos gracias a Hollywood, que nos hicieron reir y que nos hicieron llorar. Que nos enseñaron muchas cosas.
Pero, además, vulgares como yo resulta que también admiramos otros cines, no sólo el estadounidense. Y por tanto, vulgares como yo lo pasamos muy mal cuando vimos la demolición de aquel Nuovo Cinema Paradiso, y pensamos que Totó debía haberse casado con Elena. Vulgares como yo nos quedamos de piedra cuando vimos a Silvana Mangano cultivando "Arroz Amargo". Vulgares como le dimos mil y una vueltas a la vida de los personajes de 'Azul', 'Blanco' y 'Rojo', y nos dimos cuenta de que la libertad también tenía su precio, entre otras cosas. Vulgares como yo descubrimos gracias a un tipo italiano llamado Sergio Leone, que se podían hacer películas del oeste aquí mismo en Almería, y hacerlas como nadie antes jamás las había hecho. Vulgares como yo cerramos también los ojos y oimos la música de Enio Morricone mientras vemos los paisajes del desierto de Tabernas. Y otro italiano, Roberto Begnini, nos dio una lección, a todos estos vulgares, sobre cómo enfrentarse a la peor de las adversidades.
Pero también cineastas españoles nos han tocado la fibra a vulgares como yo. Cuando Berlanga contaba los fastos preparados en Villar del Río para recibir a los americanos, vulgares como yo nos sentíamos con el traje de andaluz para recibirlos. Y vulgares como yo nos llevamos la gran desilusión de su acelerado paso. Vulgares como yo conocimos la historia de Plácido, o vimos cómo se las tenía que apañar un verdugo con pánico a matar, que para echarse novia tenía que recurrir a la hija de un enterrador. Y por supuesto, vulgares como yo sabemos que aún en España hay gente que sí sabe hacer cine, como Alejandro, como Jaume, como Jose Luis, o como algunos más que, a buen seguro, verán sus proyectos echados atrás, más de una vez, debido a su 'exceso de imaginación'.
Por eso, vulgares como yo, no estamos en contra del cine español. El cine español ha dado grandes películas, sigue dando de vez en cuando, y volverá a dar muchas más, a buen seguro. Pero lo que no vamos a soportar, vulgares como yo, es que se nos insulte por parte de una serie de indivíduos que han convertido la subvención en su forma de vida y en una manera de acabar con el buen cine hecho en España. ¿Por qué hemos de subvencionarlos a ellos? ¿Porque son artistas? ¿Por qué no subvencionar también a los pintores? ¿Y al resto de profesiones? ¿Por qué no subvencionar a los mecánicos? ¿Y a los alfareros? ¿Y a los fontaneros? ¿Quien se han creido que son?
Cuando una ministra de cultura dice semejantes burradas, aquellos que de verdad amamos el cine nos sentimos muy ofendidos. Debería la ministra pensar que si ninguna película española está entre las 25 más taquilleras del año en España, a lo mejor es precisamente por el tipo de política que se está haciendo. Porque se sigue impulsando a que se haga un cine que no interesa a nadie y muy marcado políticamente. Y valga como prueba, que la primera película española es precisamente, la del "ratoncito Pérez". La única que está claro que no tenía tacos, ni sexo cutre (que digo yo que el que quiera sexo que se pille una porno), ni rollos propagandísticos. Debería servir esto de seria reflexión. Y lo mismo digo para sus rivales de la oposición, que tampoco están muy lejos de las posturas insultantes de la ministra, cuando culpan a internet del fracaso del cine español. Porque claro, todo el mundo sabe que la gente no va a ver las pelis españolas porque se las descarga con el eMule. Pero 'Spiderman' y 'Piratas del Caribe', esas no se las baja nadie, claro está. Por eso van al cine a verlas.
En fin, señora ministra, en un día en que también se ha ido la ministra de vivienda, mis deseos de suerte y prosperidad para ver si entre las dos encuentran un nuevo piso de 30 metros cuadrados donde en la tele sólo den cine español de ahora.
Y a los vulgares como yo, hoy no puedo sino obsequiarlos con un vídeo como este.
Pues señora Calvo, hoy es un gran día para los que como yo, somos unos vulgares que adoramos el cine de Hollywood. Hoy es un gran día porque usted ha dejado de ser ministra de cultura. Los vulgares como yo somos seres insensibles que siempre soñamos con que Ingrid Bergman no cogiera el avión al final de 'Casablanca'; nos emocionamos cuando Scarlet O'Hara puso a Dios por testigo de que nunca jamás volvería a pasar hambre; o, lloramos cuando E.T. murio (tanto en el estreno, como en el re-estreno 20 años despues). Los vulgares como yo, siempre creimos que 'hace mucho tiempo, en una galaxia muy lejana...' hubo una guerra donde el destino de toda una galaxia dependio de un padre y su hijo. Vulgares como yo vivimos siempre enamorados de Marilyn Monroe, y nunca entendimos por qué alguien como ella pudo querer poner fin a su vida. Vulgares como yo salimos en busca de un tesoro en Sierra Madre, y encontramos muchas respuestas a lo que realmente vale en la vida. Vulgares como yo acompañamos a Dorothy por el camino de losas amarillas e hicimos 3 grandes amigos junto a ella. Vulgares como yo creimos que un hombre podía volar y, por extensión, que un tetrapléjico podría volver a andar. Vulgares como yo soñamos con una novia tan guapa e inteligente como Bella, junto a la que leer libros y recorrer el mundo. Vulgares como yo cerramos los ojos y oimos las partituras de John Williams o Danny Elfman mientras vemos bellos paisajes o decorados góticos al estilo de Tim Burton. Vulgares como yo comprendimos que un replicante también podía amar la vida, y que con la muerte nuestros recuerdos se perderían 'como lágrimas en la lluvia'. Vulgares como yo, aprendimos gracias a Spock, que 'el bienestar de la mayoría supera al de la minoría o de uno solo', y gracias a Kirk, que valía la pena jugarse tu carrera por salvar la vida de tu mejor amigo. Vulgares como yo soñamos con ser protagonistas de una pelicula de cine negro de los 50, y envidiamos a Humphrey Bogart por haberse casado con Lauren Bacall. A vulgares como yo no nos hubiera importado llevar un parche en un ojo, si con eso nos manejabamos con el rifle tan bien como lo hacía John Wayne, y nuestra ilusión hubiera sido llevar con éxito aquella famosa diligencia a su destino. Los vulgares como yo somos tan tontos que cuando vamos a la playa, siempre pensamos que un tiburón gigante puede comersenos como si fueramos su merienda, y nos ponemos en tensión con sólo oir dos notas concretas. Vulgares como yo siempre creimos que una dama podía enamorarse de un vagabundo, o que existe una tierra llamada de Nunca Jamás. Vulgares como yo, que sabemos el significado de la palabra 'Rosebud' y sabemos que alguien soñó que volvía a Manderley. Vulgares como yo podríamos estar horas y horas contando historias que vivimos gracias a Hollywood, que nos hicieron reir y que nos hicieron llorar. Que nos enseñaron muchas cosas.
Pero, además, vulgares como yo resulta que también admiramos otros cines, no sólo el estadounidense. Y por tanto, vulgares como yo lo pasamos muy mal cuando vimos la demolición de aquel Nuovo Cinema Paradiso, y pensamos que Totó debía haberse casado con Elena. Vulgares como yo nos quedamos de piedra cuando vimos a Silvana Mangano cultivando "Arroz Amargo". Vulgares como le dimos mil y una vueltas a la vida de los personajes de 'Azul', 'Blanco' y 'Rojo', y nos dimos cuenta de que la libertad también tenía su precio, entre otras cosas. Vulgares como yo descubrimos gracias a un tipo italiano llamado Sergio Leone, que se podían hacer películas del oeste aquí mismo en Almería, y hacerlas como nadie antes jamás las había hecho. Vulgares como yo cerramos también los ojos y oimos la música de Enio Morricone mientras vemos los paisajes del desierto de Tabernas. Y otro italiano, Roberto Begnini, nos dio una lección, a todos estos vulgares, sobre cómo enfrentarse a la peor de las adversidades.
Pero también cineastas españoles nos han tocado la fibra a vulgares como yo. Cuando Berlanga contaba los fastos preparados en Villar del Río para recibir a los americanos, vulgares como yo nos sentíamos con el traje de andaluz para recibirlos. Y vulgares como yo nos llevamos la gran desilusión de su acelerado paso. Vulgares como yo conocimos la historia de Plácido, o vimos cómo se las tenía que apañar un verdugo con pánico a matar, que para echarse novia tenía que recurrir a la hija de un enterrador. Y por supuesto, vulgares como yo sabemos que aún en España hay gente que sí sabe hacer cine, como Alejandro, como Jaume, como Jose Luis, o como algunos más que, a buen seguro, verán sus proyectos echados atrás, más de una vez, debido a su 'exceso de imaginación'.
Por eso, vulgares como yo, no estamos en contra del cine español. El cine español ha dado grandes películas, sigue dando de vez en cuando, y volverá a dar muchas más, a buen seguro. Pero lo que no vamos a soportar, vulgares como yo, es que se nos insulte por parte de una serie de indivíduos que han convertido la subvención en su forma de vida y en una manera de acabar con el buen cine hecho en España. ¿Por qué hemos de subvencionarlos a ellos? ¿Porque son artistas? ¿Por qué no subvencionar también a los pintores? ¿Y al resto de profesiones? ¿Por qué no subvencionar a los mecánicos? ¿Y a los alfareros? ¿Y a los fontaneros? ¿Quien se han creido que son?
Cuando una ministra de cultura dice semejantes burradas, aquellos que de verdad amamos el cine nos sentimos muy ofendidos. Debería la ministra pensar que si ninguna película española está entre las 25 más taquilleras del año en España, a lo mejor es precisamente por el tipo de política que se está haciendo. Porque se sigue impulsando a que se haga un cine que no interesa a nadie y muy marcado políticamente. Y valga como prueba, que la primera película española es precisamente, la del "ratoncito Pérez". La única que está claro que no tenía tacos, ni sexo cutre (que digo yo que el que quiera sexo que se pille una porno), ni rollos propagandísticos. Debería servir esto de seria reflexión. Y lo mismo digo para sus rivales de la oposición, que tampoco están muy lejos de las posturas insultantes de la ministra, cuando culpan a internet del fracaso del cine español. Porque claro, todo el mundo sabe que la gente no va a ver las pelis españolas porque se las descarga con el eMule. Pero 'Spiderman' y 'Piratas del Caribe', esas no se las baja nadie, claro está. Por eso van al cine a verlas.
En fin, señora ministra, en un día en que también se ha ido la ministra de vivienda, mis deseos de suerte y prosperidad para ver si entre las dos encuentran un nuevo piso de 30 metros cuadrados donde en la tele sólo den cine español de ahora.
Y a los vulgares como yo, hoy no puedo sino obsequiarlos con un vídeo como este.
7 comentarios:
Qué repaso... Qué ganas tenías! :) En el fondo has dicho muy bien lo que muchos teníamos ganas de decir. Yo, que soy mayor, no salto de alegría porque la vida me ha enseñado, aunque parezca dificil, que siempre puede ser peor.
PS. Y soy un tio optimista y alegre. Palabra!
Enhorabuena, Juanjo. El de hoy es antológico.
Desde luego nuestro cine adolece de falta de presupuesto. Muchas de nuestras películas serían mucho mejores con más dinero. Por otro lado, es cierto que nos estamos encasillando un poco. Quizás es que cuando la idea no es buena y hay que gastar la subvención, enseñando un par de tetas y un culo tenemos algún público asegurado.
En el mundo del cine es como si los directores no quisieran aprender los unos de los otros. ¿Qué les pasa a nuestros direcctores? ¿Y a los guionistas?
Hombre, con dinero, en teoría lo deberían hacer un poco mejor, pero yo creo que muchos lo que harían sería meterse más dinero al bolsillo, en vez de invertirlo en la peli.
Si lo que más cabrea es que encima de que hacen el cine que hacen, pagado con nuestro dinero, todavía vengan con esos aires de superioridad intelectual como si su cine fuera como el de Kieslowsky, Truffaut o Lars Von Trier, por nombrar algunos, y todos fueramos unos 'borregos' por no admirarlos. Y máxime cuando esas palabras vienen de una ministra de cultura.
Te doy la razón en parte, cuando empecé a leer el artículo iba a darte de vuelta y media, pero al acabar de leerlo me he dado cuenta a lo que te refieres. Igual que no todo el cine de Hollywood es bueno aunque venda más, pasa con el español, el cine español bueno es el que no dura 1 semana en cartel o que ni te enteras de que ha estado en el cine porque han habilitado 3 salas para Spiderman (por ejemplo). También es seguro que no dure porque no llama la atención, pero tampoco da tiempo a poder averiguarlo. Te podría decir muchas películas buenas españolas de ahora igual que me ha gustado mucho que menciones El Verdugo, una de las mejores películas españolas de aquel tiempo que no son de tetas y culo tipo de las de Pajares y Esteso. Los Santos Inocentes también me parece un peliculón. Cine español de ahora... lo primero que se me viene a la cabeza: Planta 4ª, Barrio, Cachorro, Crimen Ferpecto, La flaqueza del Bolchevique, La vida de nadie, El habitante incierto...
Seguro que me dejo muchas y también que algunas de las que he dicho te parezcan de las que no merecen la pena. Y acabo diciendo que soy de las que ve cine de todo tipo, buen cine, mal cine (te arrepientes porque te esperabas otra cosa) ya sea español, alemán, francés, americano, latino, inglés... Hay que ver buen cine, venga de donde venga.
Olga, si revisas la programación del satélite de pago, te aseguro que no te costará mucho encontrar películas españolas de ahora, no estrenadas o casi no estrenadas en los cines, que están hechas con muy poquito presupuesto pero que, sin embargo, le dan mil vueltas a las que tan mala imagen están dando al cine español. O, al menos, son bastante distintas. No son obras maestras, pero sí tratan temas distintos y no responden a los parámetros tan recurrentes a los que me refiero.
Pues parece que Arturo Pérez-Reverte piensa lo mismo: http://www.capitanalatriste.com/escritor.html?s=patentescorso/pc_08feb04
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