Hace poco que hemos podido ver en España la serie 'Cazadores de Leyendas' (en inglés, 'Hooten and the Lady'). Se trata de una serie británica de la plataforma Sky que nos cuenta las aventuras de una "lady" (y no es broma, es que tiene un título aristocrático) que tiene la fortuna de trabajar como arqueóloga en el mejor sitio del mundo: el Museo Británico; y de un aventurero de vuelta de todo, Van Hooten, que se dedica a recuperar reliquias arqueológicas por dinero. Aunque teniendo en cuenta que ambos van recuperando objetos de gran valor y que cada uno de los capítulos se desarrolla en un país diferente (Egipto, Roma, Camboya, Grecia...), todo apunta a una serie al estilo Indiana Jones, la verdad es que nada más lejos de la realidad.
Aunque sí, las situaciones son muy similares a las de los seriales tipo Indy, el presupuesto es grande y se nota que han viajado de verdad para realizar la serie (cosa que ya ni Spielberg hace), lo cierto es que las aventuras no son más que una excusa para jugar con el auténtico punto principal de la serie: la relación entre los dos protagonistas. Y es que la "lady", interpretada por una estupenda Ophelia Lovibond, se pasa toda la serie huyendo de Londres a la menor excusa para no enfrentarse a los preparativos de su inminente boda. Mientras tanto, Van Hooten (Michael Landes), el típico personaje que parece que pasa de todo, al más puro estilo Han Solo, no para de meterse en líos intentando recuperar objetos para luego venderlos. Ambos personajes colaboran continuamente y durante toda la serie, al más puro estilo "tensión sexual no resuelta", se nos plantea una y otra vez la interrogante de si realmente ocurrirá algo entre ellos o, finalmente, la boda seguirá su curso.
Y ese es el principal aliciente de la serie, más que las propias aventuras en sí: el contraste entre ambos y el saber si pasará algo. Ella, como buena arqueóloga del British, siempre quiere llevarse las reliquias al museo; él, como buen vividor, siempre quiere venderlas y hacer dinero. Ambos están todo el rato peleándose pero, en el fondo, se nota que hay química y, además, luego iremos descubriendo que hay más trasfondo del que nos imaginamos. Es verdad que, además, la serie se beneficia mucho de los estupendos lugares donde se ha rodado, que las escenas de acción son entretenidas y que a los que nos gusta el misterio la serie nos depara la aparición de reliquias tan interesantes como los libros sibilinos o la tumba de Alejandro Magno, pero tampoco esperéis ninguna serie que se acerque, ni de lejos, a Indiana Jones (a la trilogía original, claro), y eso es algo que se nota desde el primer momento en que ves la cabecera de la serie con ese tema musical tan distinto a lo que esperaríamos de una serie así.
En cualquier caso, vamos a ser sinceros. Lo importante de una serie como esta no es que nos de las pistas para encontrar nosotros mismos el Santo Grial ni para que nos convirtamos en unos expertos en historia o arqueología. Lo importante de estos seriales, como ya sabían en aquella ochentera "Los Cuentos del Mono de Oro", es pasarlo bien. Y si lo pasas bien descubriendo bonitos paisajes, leyendas arqueológicas e históricas interesantes y con una historia entretenida, pues genial. Y en 'Cazadores de Leyendas' está todo eso, que es lo que importa y que muchas series recientes están olvidando completamente (¡oh, ah!). Y si, encima, sale Jane Seymour, ¿qué más queremos?
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